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¿Los políticos están preparados para representarnos?

Los momentos en que vivimos van a quedar grabados en la historia. Nos ataca un virus desconocido, que genera pérdidas millonarias y desempleo en todos los sectores de la economía, dejando a millones de familias en estado de pobreza y miseria. Y; como cuando estamos enfermos, necesitamos un buen médico, cuando existe crisis, y sobre todo esta crisis sanitaria y económica global del COVID 19, necesitamos que nuestros representantes saquen a relucir toda su capacidad y energía para tomar las decisiones correctas que permitan aliviar los males por los que pasan sus representados; todos los peruanos.

Sin embargo, desde que tengo uso de razón, los políticos han estado alejados de los intereses de las poblaciones que representan, y esto se da por una serie de factores. A juicio mío, el factor principal es el que la mayoría de políticos no tienen el perfil personal y profesional que se requiere para poder manejar la gran responsabilidad que tienen. Es como si te operara un abogado, o si tu casa la construyera un banquero o aún peor como si el profesor de tus hijos no tuviese preparación alguna. Creo que este último ejemplo se acerca más a nuestra realidad política.

El fin de este artículo es analizar cuáles son las características que se necesitan para elegir a un buen político. En este caso; iniciaremos con el puesto político más controversial y menos respetado por la población: El Congresista. Para esto he dividido en cuatro sectores el perfil personal y profesional que debería de tener un candidato al congreso para poder tener éxito en sus labores.

Ética, Moral y Honestidad:

Probablemente, el grupo de características más importante. Uno puede estudiar y capacitarse en cualquier materia, sin embargo, una persona torcida, difícilmente se endereza; y si lo hace, mejor que no ocupe un cargo público en ese proceso. Existen diversos mecanismos para validar el nivel de ética, moral y honestidad de una persona. Por un lado, no es difícil investigar precedentes como denuncias o condenas a través de empresas especializadas quienes pueden dar reportes muy completos de la historia de cada candidato. Sin embargo, esto no sería suficiente, habría que validar qué posibilidades existen que esta persona cometa alguna atrocidad en el futuro. Para este fin, existen estrategias, metodologías y evaluaciones para medir a la persona por dentro. ¿Qué es lo que lo motiva a levantarse a uno todas las mañanas? ¿Qué nivel de valores y ética posee la persona? Hay experiencias en la vida que marcan la personalidad de un individuo. Se puede determinar o predecir con un nivel de precisión bastante alto, los comportamientos futuros de las personas a través de técnicas de evaluación de conductas y ahora más aun con los avances tecnológicos que están disponibles para todos como el Big Data. Empresas lo utilizan para predecir fraude en potenciales clientes con 95% de asertividad. ¿Por qué no se usa para elegir líderes políticos?

Por alguna razón nuestro proceso electoral no cuenta con filtros de calidad que nos permitan elegir sobre un universo de personas que cuenten con las características adecuadas para los cargos públicos que van a ocupar y que su elección genere beneficios a sus representados, es decir los peruanos.

Preparación y capacidad:

Deberían también existir requisitos y conocimientos para que el candidato al congreso de la república tenga un buen desempeño en beneficio de la población. Tiene que ser una persona que tenga la suficiente capacidad y preparación para estar a la altura de representar a los peruanos.

En cuanto a capacidad; nuestros representantes deberían tener habilidades como inteligencia cognitiva y emocional que les permita manejar una alta cantidad de tareas en varios frentes de trabajo, manteniendo equilibrio y sabiduría en sus decisiones. Esto no lo tiene todo el mundo, es más, es una minoría en la población la que posee las mencionadas habilidades. Sin embargo, para hacer una diferencia, es un requisito básico con el que deberían de contar los candidatos al congreso de manera que los electores elijan sobre una base de personas lo suficientemente capacitadas para ejercer tan importante función.

Otro factor clave es la preparación profesional de los candidatos. De la misma manera que un médico opera porque estudió muchos años de su vida y tiene los conocimientos y experiencia necesarios para devolverle la salud, un candidato al congreso debería de tener un nivel mínimo de conocimientos para poder marcar la diferencia en gestión pública, la cual es pagada por todos los peruanos. Deberían existir ciertos requisitos en formación y experiencia mínima para calificar para la candidatura al congreso. Aquí algunos:

Título profesional en Ciencias Políticas, Administración de Empresas, Ingeniería Industrial Economía, Abogacía entre otras… Estas carreras profesionales tienen un componente alto en gestión, que es lo que carece nuestro estado en toda su historia. Y la gestión es lo que hace que se pueda elegir qué proyectos emprender, que beneficios tendrán sobre su inversión y de qué manera se pueden establecer prioridades en su implementación. Nadie está en capacidad de hacer todo a la vez, y la labor pública tiene muchos frentes y problemas que solucionar a la población.

La experiencia profesional debería ser un factor indispensable para poder postular a un cargo alto en gestión pública, como el congreso. Algunos requisitos que me hacen sentido son: Experiencia de no menor a 10 años en labores relacionadas a la dirección de proyectos o negocios en alguna posición que tenga exposición a responsabilidad por resultados. Esto nos dará gente eficiente con ideas claras y menos burocráticas para buscar la solución a los problemas de los peruanos. Pensemos que las instituciones públicas no gastan ni en calidad ni en cantidad su presupuesto anual, existiendo muchas necesidades en las distintas regiones del país. El déficit en infraestructura, salud y educación es enorme. Si el congresista que representa a una determinada región no tiene pensamiento ágil y estratégico, no será eficiente. Hay que establecer prioridades, visualizar el proyecto, su costo y el beneficio económico y social. Sería ideal que la persona que esté a cargo ya haya pasado por esa experiencia antes y con éxito.

 Orientación al servicio y empatía:

Existen numerosas alternativas para validar los preocupación y motivación de cada persona. Hay gente que se preocupa por el resto, siente dolor en el dolor popular y no participa de la política. Hay que tener la capacidad de discernir entre el que llega a buscar contribuir con la sociedad, de el que llega a buscar beneficio personal. Esto, no es difícil de leer. Existen diversas metodologías y técnicas para poder medir los deseos e intenciones de las personas. Sin embargo, tenemos una larga historia de corrupción en nuestra política como país.

Por último, las personas que pretendan representar al peruano, deberían de ser seres humanos con decisión, con cultura de acción. En la variedad de personalidades que existen hay un grupo de perfiles que necesita validación para actuar, gente con poca iniciativa. Ellos son muy buenos para trabajos en ciertos sectores. Por ejemplo, una línea de producción de químicos debe de tener colaboradores que sigan al pie de la letra un manual de mantenimiento preventivo o correctivo de la maquinaria para evitar accidentes. Sin embargo, el perfil ideal para un líder es contar con mucha energía e iniciativa para buscar nuevos caminos que permitan encontrar soluciones a los distintos problemas en entornos cambiantes y con muchas variables al análisis.

Está claro que la población no aprueba la clase política. No se sienten representados por la misma y no generan beneficios a la población. Podrían haber algunas excepciones, sin embargo, estas no alcanzan para cumplir las expectativas y necesidades de la población del Perú. Si aplicamos técnicas de reclutamiento avanzadas e integrales en cargos públicos tan importantes como el de un congresista, podremos asegurar que todo aquel que se presente a un cargo semejante cumpla con ciertas habilidades, cualidades y características que incrementen sus posibilidades de éxito en gestión púbica para todos los peruanos. De lo contrario, estaremos condenados a revivir nuestros errores por no haber aprendido la lección.